Como ya habréis observado llevo tiempo apático, abúlico,
hastiado, abrumado por el tedio, a disgusto...¡qué pena que el hastío no sea a
la comida! ¡He vuelto a engordar!
¿Por qué? Bueno, como siempre por estas fechas, espero que
sea debido a la astenia (apatía, fatiga física o
ausencia de iniciativa) pre primaveral. ¡Necesito luz y calor!, es que uno es
de secano y claro... Pero a pesar de ello lo que más me aplana no es mi estado
anímico es la cruda y dura realidad. En Venezuela o en Ucrania se están matando
unos y otros y no alcanzo a entender los motivos y aquí, lo de aquí es que ya
no tiene nombre. Si uno dice blanco el otro dice negro. Si uno afea a otro su
conducta éste le sale con el ya famoso ¡Y tú más! Y qué carajo importará lo
bien o mal que lo hiciese el otro (agua pasada no mueve molino) importa y mucho
lo mal o bien que lo estés haciendo tu.
El otro día mi buen y muy querido amigo
Vicente me citaba a San Agustín cuando decía que la Ley si no es justa no es
ley y que tal vez la Iglesia lo podría “Desantar”, despojarlo de la santidad y
Yo, ingenuo de mi, pensaba en que tal vez se podría des-votar, pero no, ya
había salido algún ministro del ramo para decir que si ellos habían salido
elegidos, sus decisiones eran la de la mayoría.
¡Hasta miedo me da ese argumento! ocurrencia ¡cómo no! Del
ínclito Gallardón.
Paro, miseria, hambre, necesidad, pobreza infantil,
energética, económica ¡Pero la economía va por el buen camino! ¡Dónde andará el
camino que Yo por más que miro no encuentro ni una mala vereda! Y la deuda
aumenta y la deuda respecto al PIB sube y el Estado pagando seguros
desmesurados y fatuos para que las grandes empresas españolas hagan sus
proyectos faraónicos allende los mares o los desiertos y anden a la gresca con
los promotores y todo ello para mayor gloria y loores del nombre patrio, de la
“Marca España”. No si ahora resulta que ya no somos un Estado ni somos 2000
años de historia ni somos un pueblo somos un nombre comercial. ¿No sería más
comercial para con nosotros mismos invertir esos dineros aquí? ¡Aunque sólo
fuese para dar de comer al personal! Y siguen los Jueces en su búsqueda
incansable e inconmensurable de chorizos y choriceos varios y siguen saliendo
incólumes al desaliento los corruptos, corruptelas, devaneos con la justicia o
con la hacienda día sí, día también.
Sí, ya, ya sé que todo esto no suena nada bien. Bueno, uno tiene sus días
y últimamente yo lo que tengo son ratos porque el día me lo amargan entre unos
y otros y claro a la larga el ánimo se resiente y mohína y amilana. Esperemos
que mañana escampe en todos los sentidos.