Cuenta la Leyenda que fue San Lucas quien talló la imagen de la Virgen, los avatares de la historia la llevaron a Roma y a Sevilla. De allí y tras la derrota de Don Rodrigo por las huestes sarracenas volvió a salir para ser escondida en un lejano lugar a salvo de la morisca. Este lugar estaba junto al río Guadalupejo "wad" (río) y "lux-speculum" (espejo de luz), donde permaneció hasta su hallazgo por Gil Cordero. El caso es que y siempre siguiendo la Leyenda, el tal Gil Cordero, pastor de Cáceres (que bien lejos se fue a poner la majá) encontró la Virgen allá por el Siglo XIII más o menos. Tras varios milagros le levantaron una pequeña ermita con piedras, ramas y corchas y como la Señora tiene vocación protectora y tras ganar de forma milagrosa Alfonso el décimo la Batalla del Salado empezó la historia de éste hermoso lugar declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1993.
Calle de Guadalupe
Además de disfrutar del Real Monasterio, extasiarse con la mejor Sacristía (no foto, no video) de España, donde se ven los blancos imposibles de Zurbarán, de saludar, como no, a la “morenita”, es de rigor deleitar al paladar con las exquisitas Morcillas de Guadalupe, una auténtica delicia picantita.
Tras llegarnos a Madroñera y dejar la impedimenta en el hotel, Hotel Soterraño, tranquilo cómodo y a muy buen precio, nos acercamos a Trujillo, son 10 minutos. Cuando llegamos a la Oficina de Turismo ya era hora de cierre pero nos indicaron un grupo que recién empezaba, hablamos con la guía, pagamos nuestro óbolo e iniciamos un recorrido de unas 2 horas por la hermosa Plaza Mayor y la muralla, visitando algún palacio y un aljibe del S.X, cuando te cuentan la historia con pasión y bien contada hasta se disfruta , los orígenes de nuestros apellidos vienen de León, Asturias, Cantabria, Álava o Navarra, allí vimos sus escudos y armas.
A la maña siguiente hicimos el recorrido de nuevo, a la luz de las nubes, hasta nos mojamos con la chubascada que se nos vino encima, pero visitamos Santa María la Mayor con la única representación del románico de Extremadura.
Tras un corto trayecto, unos 20 minutos por la autopista nos llegamos a Cáceres, dimos una vuelta por la parte antigua, comimos en la Plaza Mayor y de vuelta a casa, unos 45-50 minutos cruzando por la hermosísima Sierra de San Pedro entre encinares hasta llegar a Badajoz.