Rouco cree necesario 'olvidar' y volver al espíritu de la Transición
A veces es necesario saber olvidar
"Es necesario cultivar el espíritu de reconciliación, sacrificado y generoso, que presidió la vida social y política en los años llamados de la transición a la democracia. A veces es necesario saber olvidar (...)
A veces es necesario saber olvidar
"Es necesario cultivar el espíritu de reconciliación, sacrificado y generoso, que presidió la vida social y política en los años llamados de la transición a la democracia. A veces es necesario saber olvidar (...)
Claro que sí Monseñor, olvidar…, como Usted. Monseñor hace escasamente un año canonizaron Ustedes a unos cuantos (489) muertos por su Fe. Pero claro es que no es lo mismo que te maten por tu Fe que por tus Ideales, ¿a que no? Claro, los hijos, nietos, sobrinos de los asesinados en cualquier cuneta, en cualquier descampado no tenemos derecho, como Ustedes, a reclamar la dignidad de nuestros muertos, Monseñor, no pedimos venganza, no pedimos su santificación, pedimos sencillamente enterrarlos con dignidad, pedimos la restitución de su honor, le recuerdo Monseñor, que muchos de ellos además de Rojos, eran buenos cristianos, y seguramente católicos, apostólicos y romanos, como usted.
Pero… tal vez Usted lo que pide es otro olvido, que olvidemos porqué se asesinaron sacerdotes y asaltaron iglesias, ¿Se ha preguntado Usted alguna vez, cuanto odio, cuanta frustración es necesaria para que un vulgar jornalero, un simple trabajador se convierta en un asesino? O ¿quizá es que los rojos somos todos unos asesinos y tenemos teofobia y ante los símbolos religiosos o sus representantes (¡cuanta modestia!) nos salen rabo y cuernos. ¿O su olvido responde a la implicación de la Iglesia en los hechos? ¿A cuantas viudas de las sacas nocturnas ayudaron? ¿a cuantos asesinos absolvieron de sus pecados? ¿Cuántas certificaciones de muerte natural firmaron sus curas? ¿También tenemos que olvidarlo? ¿Tenemos que olvidar que ninguno de esos muertos estaba incluido en la frase de “Caídos por Dios y por España”. Claro es que como no creían en su Dios…Perdón y olvido sí Monseñor perdón y olvido. ¿Por cierto aún no le he escuchado de su boca la súplica de perdón por el daño que pudiera causar su Fe o su Iglesia?
¿Va Usted o su Iglesia a pedir perdón? ¿Perdón a España, perdón a Argentina, Perdón a Chile? Podría continuar pero para que. Monseñor, no seré yo quien pida responsabilidades a nadie, no guardo odio a nadie, pero que nadie me acuse de rencoroso o de querer abrir viejas heridas, Monseñor no se puede abrir lo que nunca se cerró. Cuando los culpables me pidan mi perdón, tal vez entonces les perdone, pero por ahora déjeme enterrar dignamente a mis muertos y Ustedes empiecen a rezar porque si no piden perdón no hay oraciones suficientes en el mundo para salvar sus almas.