Bien, ya estamos de nuevo por aquí. Espero ir animándome poco a poco hasta alcanzar niveles aceptables. No se me preocupen que no ocurre nada, es tan sólo eso, desánimo. Los meses previos a las vacaciones fueron muy intensos, demasiado diría yo. Si a esa actividad (la renovación de las Ejecutivas Locales) le añadimos las medidas políticas y económicas de nuestros amados líderes ¿Es o no es como para estar desanimado? Después, LA CALO ¡Cuánta caló ha hecho este año! Bueno, tal vez no ha sido tanto pero como por mi mala cabeza y buena boca me he expandido como el universo pues claro pasan las cosas que pasan.
Este verano no hemos tenido el Bricoverano porque limpiar, pintar paredes y demás tampoco tiene mucho misterio. Eso sí, a partir de ahora tengo menos espacio para mi tallercito y más en el trastero, donde de nuevo he vuelto a reservarme un cachino para la música. Puede que tenga casi 200 cintas y unos 100 vinilos también he puesto un portátil carpetovetónico y tengo reproductor de cd incorporado e internet, lento, muy lento pero lo tiene. Esta tarde he estado escuchando una actuación del Gran Wyoming y el Maestro Reverendo en la sala Rocambole. Creo que lo he escrito bien, espero.
Ya hemos vuelto al curro y he vuelto a la realidad. Entre unas cosas y otras he estado más de un mes sin leer prensa, sin ver noticieros y la realidad es dura, en exceso dura y Mariano y sus secuaces siguen en sus trece. Habrá que recurrir a la desobediencia civil. ¡uy! Perdón señó ministrolagobernación que ahora decir estas cosas por internete es delito. Claro, si un banquero socializa sus pérdidas es un gran magnate pero si es uno del pueblo que se lleva un pan es un ladrón. ¿Y qué dicen los “míos” de todo esto? ¿Qué ocurre? ¿Otorgan porque callan?
Hablaremos, la próxima vez hablaremos de ese silencio y subiremos alguna foto así como esta de Rajoy devorando el Estado de Bienestar.