Estoy triste, triste y desolado, abatido, hundido,
derrotado....
¿Qué voy a hacer yo ahora? ¿Con quien me voy a meter?
Esto no se hace Migué, esto no se hace... Mira que irte,
mira que dimitir
¡Qué bien lo has hecho! Te presentas, ganas y al poco, no
has aguantado ni dos años, te vas y dejas a tu delfín...a partir de ahora tendré
que meterme con Fragoso...te voy a extrañar Migué, voy a añorar tu verbo cual lija
de nº 1, tus desmanes dialécticos...en fin... con permiso del personal y
pidiendo perdón por haber destrozado un bello poema de Machado a quí te dejo mi
despedida.
- Al fin la edad que tenía
puso en su sitio a Celdrán - y está la prensa todo el día
- Loando por él, ¡din, dan!
- Se fue don Miguél, un señor
- de siempre muy jaranero
- bebedor y algo torero
- de políticos gran muñidor
- Dicen que tuvo poderes
- este señor de Badajoz
- que era diestro
- en manejar los haberes
- y un maestro
- en olvidar sus deberes
- Cuando mermó su riqueza
- era su monomanía
- pensar que pensar debía
- en asentar la Alcaldía
- y asentóla
- de una manera española
- que fue a hacerse Senador
- y vender huerto de gran valía
- Y repintar los balcones
- hablar de las traiciones
- que a su casa desde Mérida
- el PSOE pone condiciones
- Gran comunicador
- de palomos cazador
- a los cojos rechazaba
- pero fiesta les daba
- y el Cubo de su porfía
- en pie día a día
- miraba desde la Alcaldía
- ¡Oh fin de una aristocracia!
- de vinos en la Corchuela
- con su verbo y su gracia
- se nos queda sola la Plazuela
- y ahora sus devotos
- se preguntan con alboroto
- ¿Quien ganará los votos?
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